Aprobada una nueva actualización de la «Estrategia de Vacunación frente a la COVID-19 en España»

La Comisión de Salud Pública ha aprobado una nueva actualización, la número 8, sobre la estrategia de vacunación en España para hacer frente a la COVID-19. Esta nueva disposición contempla que, teniendo en cuenta la mayor disponibilidad de vacunas, la situación epidemiológica y la entrada en el periodo estival, se podrá ir solapando la captación de diferentes grupos, manteniendo el orden de edad descendente, por cuestiones organizativas y de factibilidad. Además, destaca la importancia de hacer el esfuerzo de completar la vacunación en las personas de 40 años y más.

El documento recuerda que recientemente, se ha ampliado la indicación de la vacuna de Pfizer a personas a partir de 12 años y señala que, de momento, se llevará a cabo en el grupo de esta edad con condiciones de muy alto riesgo, grandes dependientes y quienes acuden a centros de atención a personas con discapacidad intelectual, centros tutelados y de educación especial.

Otro de los puntos que actualiza es la vacunación en embarazadas y mujeres en periodo de lactancia, que se realizará con vacunas de ARNm cuando les corresponda según el grupo de priorización al que pertenezcan y en cualquier momento del embarazo.

Otros acuerdos:

  • La Estrategia de detección precoz, vigilancia y control de la COVID-19

En cuanto a la “Estrategia de detección precoz, vigilancia y control de la COVID-19”, la actualización incluye como novedad consideraciones especiales ante personas vacunadas cuando se entiende que han sido contactos estrechos de casos confirmados de COVID-19.

Así, se especifica que las personas que han recibido una pauta de vacunación completa y sean consideradas contacto estrecho estarán, de forma general, exentas de la cuarentena. En estos casos se establece además la realización de una PCR al inicio y otra a los siete días del último contacto con el caso confirmado y se recomendará evitar el contacto con personas vulnerables y no vacunadas.

Asimismo, se les indicará el uso de mascarilla en sus interacciones sociales, no acudir a eventos multitudinarios y realizar una vigilancia de la posible aparición de síntomas compatibles.

Otra de las novedades que incluye esta Estrategia tiene que ver con los estudios de cribado. En este sentido, sólo se recomienda su realización en determinadas situaciones y siempre bajo la recomendación de las autoridades de salud pública y añade que han de estar muy dirigidos y relacionados con una alta transmisión en el área geográfica o en la población diana del cribado, y con el objetivo de realizar una intervención de salud pública según los resultados.

  • Otros documentos de referencia:

Se han presentado asimismo otros documentos de referencia como la actualización de la “Guía para la prevención y control de la COVID-19 en las explotaciones agrícolas que vayan a contratar a personal temporero”, la actualización del “Procedimiento de actualización para los servicios de prevención de riesgos laborales frente a la exposición al SARS-CoV-2” y las “Medidas de prevención, higiene y promoción de la salud frente a COVID-19 para centros educativos en el curso 2021-2022”.

¿Cuánto durará la protección de las vacunas anti-COVID-19?

La pregunta del millón, la que nos hacemos prácticamente todos, y para la que todavía no hay demasiadas certezas. Seguimos en manos de la ciencia para tener respuestas fiables que los investigadores buscan sin descanso, por eso,  trabajan en encontrar marcadores biológicos que puedan revelar en qué momento la protección de una vacuna ya no es suficiente para contener el coronavirus.

Si hacemos el ejercicio de comparar las vacunas anti COVID-19 con otras, obtenemos algunas conclusiones:

Las vacunas contra el sarampión pueden producir inmunidad de por vida. Las vacunas contra el tétanos, en cambio, generan defensas que se desvanecen año tras año, lo que exige un refuerzo cada cierto tiempo, y si pensamos en el antídoto contra la gripe, la mutación del virus es tan rápida, que exige una vacuna anual.

Aunque muchos científicos estiman que las vacunas contra la Covid-19 durarán al menos un año, nadie puede en este momento, afirmarlo con rotundidad. Tampoco está claro si las variantes del Coronavirus que están surgiendo cambiarán nuestras necesidades de vacunación. Lo que sí es evidente es que cuantas más personas se protejan menos  posibilidades le ofrecemos al bicho de infectar y por tanto, de evolucionar hacia nuevas variantes.

Los primeros indicios son alentadores. Los investigadores han extraído muestras de sangre de los voluntarios que participan en los ensayos de la vacuna y miden sus niveles de anticuerpos y células inmunitarias que atacan al Coronavirus. Los niveles están disminuyendo, pero de manera gradual. Es posible que, con este ritmo lento de descenso, la protección de la vacuna siga siendo vigorosa durante mucho tiempo. Las personas que se contagiaron anteriormente y luego recibieron la vacuna podrían tener una protección aún más duradera. Se cree que  hay una posibilidad real de que la inmunidad contra la cepa original dure años. De confirmarse esta, que sin duda es la mejor de las opciones, las dosis de refuerzo de la vacuna contra la COVID-19 podrían no ser necesarias durante años.

Los investigadores ya han descubierto que la eficacia de las vacunas que utilizan diferentes tecnologías puede variar. Las vacunas más potentes son las basadas en moléculas de ARN. Es posible que la protección de las vacunas menos eficaces contra la COVID-19 se desvanezca con más rapidez. Se sabe además que el cambio de marca de vacunas puede robustecer los refuerzos.

Asimismo, es posible que otras vacunas que aún están en fase de ensayo clínico funcionen aún mejor como refuerzos contra la COVID-19.

Seguimos aprendiendo del comportamiento del virus cada día, y seguimos teniendo confianza plena en la ciencia y en sus profesionales.

Actualizada la estrategia de vacunación frente a la covid-19 en España

La estrategia de vacunación se ha convertido en una especie de organismo vivo que sufre modificaciones de acuerdo con el conocimiento que las autoridades sanitarias y científicas van teniendo sobre el comportamiento tanto del virus, como de los medicamentos.

La última actualización en España, la que hace la número 7, se publicó el pasado 13 de mayo y en la misma se  incorpora la nueva evidencia disponible y las recomendaciones de vacunación en los grupos de población.

Así recoge textualmente el BOE esta séptima actualización de la Estrategia de Vacunación frente a la COVID-19 en la que se incorporan nuevos colectivos, dando prioridad a personas de especial  vulnerabilidad (grandes dependientes de difícil accesibilidad, con autismo profundo o enfermedad mental severa).

Respecto a los tramos de edad ya se está acometiendo la vacunación del grupo de 50 a 59 años, tras haberse incorporado a las vacunas ya disponibles la de Janssen, que se caracteriza por ser de una única dosis.

Precisamente esta característica la hace recomendable en personas difíciles de captar para la vacunación y cooperantes que se desplacen en misión a países de alto riesgo así como personas que por razón de su actividad no se vayan a encontrar en España en las fechas de la segunda dosis.

Y se hizo la luz… de la cultura preventiva

Cultura preventiva antes cultura de seguridad. La primera vez que encontramos este concepto es en 1986 coincidiendo con la catástrofe sufrida en Chernobil. En aquel momento la Agencia Internacional de la Energía Atómica, atribuyó a una “pobre cultura de la seguridad” un desastre, cuyas consecuencias aún se siguen pagando.

Y fue tras esta definición de la Agencia Internacional de la Energía Atómica cuando la seguridad,  la prevención, empiezan a tenerse en cuenta como un factor importante de gestión.

Si llegar hasta ahí no fue fácil, después, tampoco lo ha sido. Desgraciadamente los humanos somos de memoria frágil y tendemos a relajarnos hasta que algo hace saltar todas las alarmas. En 1986 fue Chernobil, en 2020 ha sido la pandemia.

De nuevo la cultura de la prevención está entre las prioridades. Nos hemos dado cuenta que estábamos menos preparados de lo que creíamos y que no hay nada más importante que la salud, en el sentido más amplio de la palabra.

De repente, la pandemia hizo que entre otros colectivos, las miradas se giraran hacia los servicios de prevención, y allí estábamos, allí estaba y aquí sigue, CFP In. Éramos y somos esenciales, y la prevención es un objetivo prioritario.

En todo el proceso, a nosotros también nos ha tocado reaccionar y hemos descubierto que estábamos preparados para afrontar una situación complicada y muchas veces caótica. Hemos sabido adaptarnos para gestionar la vuelta al trabajo en condiciones de seguridad para los/as trabajadores/as, rastreando e  investigando los casos y contactos de infección por Sars Cov-2 detectados en las empresas, solicitando pruebas diagnósticas, cuidando de los trabajadores vulnerables, realizando seguimientos e implantando medidas de seguridad y prevención, asesorando a las empresas etc…sin olvidar la coordinación con el sistema público de salud y las autoridades sanitarias.

Esta pandemia pasará  y desde CFP In seguiremos aportando nuestro conocimiento y  trabajando en educar, formar, realizar planes de prevención, evaluar riesgos, instaurar medidas preventivas, vigilar la salud de las personas, asesorar…

Será también importante que no nos olvidemos, como nos olvidamos de las lecciones aprendidas tras la catástrofe de Chernobil. La forma de no olvidar es sin duda, aprender de los errores, e insistir en lo que es prioritario no sólo cuando llegan los problemas, sino en todo momento.

Lo sabíamos ya, pero las circunstancias nos han obligado a recordar que la cultura preventiva debe estar en el eje central de toda gestión, tanto a nivel social como en nuestras empresas. Obviarlo puede salir, sale de hecho, muy caro. Es terrible que se repita un accidente o un daño en la salud de una o varias personas, sabiendo que éste  hubiera sido perfectamente evitable si se hubieran adoptado las medidas de prevención pertinentes.

Lo resumió  el escritor superviviente del holocausto, Elie Wiesel de forma magistral: “ Sin memoria no hay cultura. Sin memoria no habría civilización, no hay sociedad, no hay futuro”.

No perdamos la memoria.

El espejo donde queremos mirarnos

De un tiempo a esta parte miramos con cierta envidia a los países que han tenido la posibilidad de agilizar sus procesos de vacunación frente a la COVID-19 como es el caso de Reino Unido ó el aún más emblemático Israel, sin olvidar el ejemplo de Gibraltar. Al margen de polémicas que las ha habido respecto a la adquisición de vacunas o a las políticas implementadas para administrarlas, la realidad de estos sitios es tan positiva que se ha convertido en el espejo en el que queremos mirarnos.

Si nos centramos en el ejemplo de Israel donde  la vacunación ha sido una de las más rápidas del mundo nos encontramos con datos absolutamente esperanzadores con caída drástica de los contagios, fallecidos y pacientes en estado grave. En este momento solo hay unos dos centenares de hospitalizados en condición crítica, y los enfermos activos son poco más de 2.500. El número de nuevos casos diarios se ha reducido hasta los 200 de media.

Con gran parte de su población inmunizada, Israel dio el domingo 18 de Abril otro paso hacia la normalidad: los ciudadanos  pudieron quitarse la mascarilla en la calle (al aire libre ) tras un año de imponerse su uso obligatorio para contener el virus.

Sin grandes restricciones, con una reapertura casi total y un ambiente que recuerda a los tiempos previos a la pandemia, muchos israelíes han salido a la calle sin  mascarilla, con el optimismo de sentir que siguen dejando atrás la pandemia tras una veloz vacunación que ha conseguido un descenso sostenido de la morbilidad.

Las mascarillas aún son obligatorias en espacios interiores, y Sanidad recomienda usarlas también en grandes reuniones o zonas concurridas en área exterior. No obstante, la obligación de ir con mascarillas en espacios cerrados podría ser levantada a finales de mayo.

 No obstante el país aún no ha alcanzado la inmunidad colectiva pese a sus progresos. Se pronostica que el mundo necesitará una tercera dosis tal y como deslizó el director general de Pfizer  hace meses.

Aunque queda aún camino por recorrer, Israel y quienes han agilizado sus procesos de vacunación, representan todo un símbolo de «optimismo» que ilustran como prosiguen con éxito su vuelta a cierta normalidad y nos transmiten la sensación es que la pandemia ya empieza a ser historia.