¿Cuánto durará la protección de las vacunas anti-COVID-19?

14 junio, 2021

La pregunta del millón, la que nos hacemos prácticamente todos, y para la que todavía no hay demasiadas certezas. Seguimos en manos de la ciencia para tener respuestas fiables que los investigadores buscan sin descanso, por eso,  trabajan en encontrar marcadores biológicos que puedan revelar en qué momento la protección de una vacuna ya no es suficiente para contener el coronavirus.

Si hacemos el ejercicio de comparar las vacunas anti COVID-19 con otras, obtenemos algunas conclusiones:

Las vacunas contra el sarampión pueden producir inmunidad de por vida. Las vacunas contra el tétanos, en cambio, generan defensas que se desvanecen año tras año, lo que exige un refuerzo cada cierto tiempo, y si pensamos en el antídoto contra la gripe, la mutación del virus es tan rápida, que exige una vacuna anual.

Aunque muchos científicos estiman que las vacunas contra la Covid-19 durarán al menos un año, nadie puede en este momento, afirmarlo con rotundidad. Tampoco está claro si las variantes del Coronavirus que están surgiendo cambiarán nuestras necesidades de vacunación. Lo que sí es evidente es que cuantas más personas se protejan menos  posibilidades le ofrecemos al bicho de infectar y por tanto, de evolucionar hacia nuevas variantes.

Los primeros indicios son alentadores. Los investigadores han extraído muestras de sangre de los voluntarios que participan en los ensayos de la vacuna y miden sus niveles de anticuerpos y células inmunitarias que atacan al Coronavirus. Los niveles están disminuyendo, pero de manera gradual. Es posible que, con este ritmo lento de descenso, la protección de la vacuna siga siendo vigorosa durante mucho tiempo. Las personas que se contagiaron anteriormente y luego recibieron la vacuna podrían tener una protección aún más duradera. Se cree que  hay una posibilidad real de que la inmunidad contra la cepa original dure años. De confirmarse esta, que sin duda es la mejor de las opciones, las dosis de refuerzo de la vacuna contra la COVID-19 podrían no ser necesarias durante años.

Los investigadores ya han descubierto que la eficacia de las vacunas que utilizan diferentes tecnologías puede variar. Las vacunas más potentes son las basadas en moléculas de ARN. Es posible que la protección de las vacunas menos eficaces contra la COVID-19 se desvanezca con más rapidez. Se sabe además que el cambio de marca de vacunas puede robustecer los refuerzos.

Asimismo, es posible que otras vacunas que aún están en fase de ensayo clínico funcionen aún mejor como refuerzos contra la COVID-19.

Seguimos aprendiendo del comportamiento del virus cada día, y seguimos teniendo confianza plena en la ciencia y en sus profesionales.