ANTES DE EMPEZAR
- Diseña tu puesto de trabajo. Elige el lugar idóneo, bien iluminado, que ofrezca comodidad y que no implique riesgos para utilizar los ordenadores y pantallas adicionales con normalidad.
- Cuida la Ergonomía. Mantener una postura correcta es fundamental, para evitar dolores, molestias o posibles lesiones a largo plazo. Por tanto, lo más aconsejable es colocar todo de forma correcta: ordenador, pantalla, silla, teclado, ratón etc.
- Ordena la instalación eléctrica. Conecta todos los dispositivos, manteniendo organizados los cables y sin saturar los enchufes, disponiendo de regletas de una forma moderada.
- Organiza tu agenda: mantener una estructura en los horarios es la clave para preservar la rutina laboral diaria a un ritmo adecuado y constante, que facilite compaginar un óptimo rendimiento laboral con la conciliación de la vida personal a lo largo de estos días.
DURANTE LA JORNADA
- Cumple con los horarios de trabajo preestablecidos: La hora de inicio y finalización de la jornada laboral y también el tiempo de las comidas, eludiendo los picoteos innecesarios.
- Ritmo de trabajo. Las pausas contribuyen a que el rendimiento sea adecuado y constante. Han de hacerse siguiendo un orden establecido previamente y de forma conveniente.
- Evita las distracciones: Mantén la atención en las tareas que estás realizando y aleja aquellos elementos que puedan despistarte.
- Comunícate: Mantén el contacto con tus compañeros/as por medio de llamadas, videoconferencias u otros sistemas. Evita la desconexión con el mundo exterior.
TU TIEMPO LIBRE
- Cuida tu salud: El deporte ayuda a liberar tensiones y desconectar. Una alimentación sana, por medio de una dieta equilibrada, es otra de las prioridades.
- Descansa: mantén una buena higiene del sueño. Procura dormir 8 horas al acostarte.
- Conecta con los tuyos: el contacto constante con familiares y personas cercanas es primordial.