La vacuna de AstraZeneka salva vidas
En las últimas semanas la controversia ha perseguido a la vacuna de AstraZeneca, controversia que se ha visto alimentada a través de diferentes informaciones de alcance y de las idas y venidas de las distintas administraciones. Pues bien a pesar de todo y de acuerdo con los análisis de la comunidad científica la vacuna salva vidas porque sus demostrados beneficios superan con creces a los riesgos inherentes a cualquier medicación.
Aquí van 5 argumentos basados en la ciencia que aclaran la tesis:
- El pasado miércoles 7 de abril, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) publicó una nueva evaluación de la vacuna de AstraZeneca en la que se refiere a algunos casos de trombosis sanguínea como un posible efecto secundario muy raro de la vacuna tras analizar un total de 86 casos, entre aproximadamente 25 millones de personas, que la han recibido. Debemos saber que se consideran efecto secundarios muy raros aquellos que afectan a menos de 1 persona por cada 10.000. En el caso de la vacuna AstraZeneca afectaría a menos de 1 persona por cada 100.000 habitantes.
- Tengamos claro que el riesgo cero no existe y de hecho existen otros medicamentos habituales que aumentan el riesgo de sufrir trombosis, algunos en una medida más alta que esta vacuna, y todos son seguros. Por ejemplo: los anticonceptivos hormonales ( combinados: puede afectar a hasta 100 mujeres por cada 100.000, corticoides (la Prednisona podría afectar a 1.000 de cada 100.000) etc
- Científicos del Centro Winton de Evaluación y Comunicación del Riesgo de la Universidad de Cambridge han evaluado el riesgo que supone ponerse esta vacuna en relación al riesgo que supone no ponérsela, concluyendo lo siguiente: Solamente en el grupo de edad más joven, de 20 a 29 años, con un riesgo de exposición bajo en un momento de incidencia muy baja del virus, los riesgos de vacunarse superarían ligeramente a sus beneficios. En todas las demás grupos de edad independientemente del estado de la pandemia, los beneficios superan los riesgos de forma evidente.
- La propia infección y enfermedad de covid-19, que es la alternativa realista de lo que nos acabará pasando a todos antes o después si uno no se vacuna, tiene riesgos francamente más frecuentes, precisamente de problemas de coagulación, trombos y hemorragias. De hecho una persona mayor de 60 años tiene 70 veces más riesgo de ingresar en la UCI en un escenario de baja contagiosidad si no se vacuna que de tener un trombo si lo hace.
- El epidemiólogo Quique Bassat lo resume: «Las vidas salvadas, o los ingresos en UCI evitados, son infinitamente más frecuentes gracias a la vacuna que los efectos adversos asociados con la trombosis, que son extraordinariamente infrecuentes»