La EMA recomienda Evusheld, un fármaco de AstraZeneca como tratamiento para enfermos de COVID-19

La EMA recomienda Evusheld, un fármaco de AstraZeneca como tratamiento para enfermos de COVID-19

En un momento de la pandemia en el que la incidencia sigue bajando en nuestro país, la OMS sigue advirtiendo de la importancia de no descuidar las medidas de prevención cuando se acerca el otoño. Todavía no podemos pensar que el coronavirus ha tocado a su fin.


Mientras sigue en marcha la campaña de vacunación con la llegada de la cuarta dosis, muchas compañías avanzan en investigaciones sobre fármacos o tratamientos efectivos contra el Covid. El Evusheld es un medicamento que ya ha sido aprobado por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA).

Se trata de un fármaco de AstraZeneca que también ha llegado a España y es una combinación de dos anticuerpos, que mejoran el ataque del sistema inmunitario contra el virus y puede crear anticuerpos neutralizantes similares a los que tienen las personas que ya han pasado la enfermedad.

Hasta ahora, este fármaco estaba recomendado únicamente como tratamiento preventivo.

En agosto, Japón se convirtió en el primer país en autorizar Evusheld como tratamiento para enfermos además de como fármaco preventivo

La compañía de AstraZeneca subrayó que los pacientes con Evusheld redujeron en un 77% el riesgo de desarrollar Covid comparado con los que recibieron un placebo. Además, comunicaron que la reducción de dicho riesgo se mantiene en un plazo de unos seis meses. Esperamos que tras la recomendación de la EMA la Comisión Europea lo apruebe como tratamiento para adultos y adolescentes sin necesidad de recibir oxígeno.

¿Soy Cibercondríaco?

¿Soy Cibercondríaco?

¿Sabes qué es un cibercondríaco?, ¿crees que puedes serlo? Si es así, sigue leyendo.

Vivimos en la época de la sobreinformación, un tiempo en el que la información no la buscamos, sino que en muchas ocasiones nos encuentra a nosotros. 

En este contexto, Internet se ha convertido es una de las fuentes más utilizadas  para la búsqueda de información relacionada con la salud, con los riesgos que esto entraña. Determinar la veracidad de la información que recibimos  es difícil ya que existe información interesada y falsa,  y un mundo de contenido  que hay sin moderar, creado  por los mismo usuarios y sin ningún rigor científico lo que conlleva que aumenten los sobrediagnósticos o los diagnósticos erróneos.

En cuestión de salud, la red sirve para resolver muchas dudas, pero puede potenciar la hipocondría, una preocupación excesiva por la salud. Con la facilidad de acceso a todo tipo de información médica en internet, ha surgido lo que  se conoce como hipocondría digital o cibercondría que se produce cuando las personas  consultar compulsivamente los síntomas  padecidos en un buscador de internet en lugar  de consultarlos con un médico.

La cibercondría implica experimentar ansiedad después de buscar información médica  y abordar problemas de salud por medio de internet. Se origina como un comportamiento que busca la sensación de seguridad, sin embargo, tiene un carácter repetitivo y excesivo lo que conduce a empeorar las preocupaciones.

Estudios revelan que siete de cada diez Españoles buscan información sobre enfermedades en internet ( un 66% en el caso del País Vasco ) un tercio de las personas encuestadas para dicho informe cree en los resultados de la búsqueda que realizaron sobre la  salud. Por sexo las mujeres se fían más de la  información médica que se encuentran en la red.

La cibercondría debe combatirse con la resolución de la las dudas en materia de salud a través de los profesionales sanitarios y si el problema genera episodios de ansiedad debe ser tratado por sicólogos

Así que libérate un poco de las redes sociales e internet, distráete de forma saludable, camina, practica deporte, ejercicios de meditación… y recuerda que internet puede ser bueno para resolver una duda pero no para realizar un diagnóstico que corresponde a un profesional.

Fuentes:

IV estudio de salud y estilo de  vida de AEGON en colaboración con el Consejo General de Psicología. 2021

El correo: Internet los peligros de confiar más en internet que en el médico. 06/03/2020

Scielo perú, revista del cuerpo  médico Hospital  Nacional  Almazor Arguinaga Asenjo. Oct/dic/2020

El pais periódico digital sección salud y bienestar 19/05/2022

Mery  ann Liebert Inc, Publisbers

Effrey Lambert, George Barnstable, Eleanor Minter, Jemima Cooper y Desmond McEwan.Tomar un descanso de una semana de las redes sociales mejora el bienestar, la depresión y la ansiedad: un ensayo controlado aleatorio. Ciberpsicología, Comportamiento y Redes Sociales. Mayo 2022.287-293.

Marzo de 2022, la fecha que la OMS baraja para que la Covid esté controlada

Marzo de 2022, la fecha que la OMS baraja para que la Covid esté controlada

Marzo de 2022. Una fecha para anotar en la agenda, eso sí con cautela, ya que el virus nos viene sorprendiendo desde hace año y medio. La fecha es la que ha lanzado  la Organización Mundial de la Salud (OMS), como previsible para tener controlada la pandemia, y apunta como requisito que  se mantenga el ritmo de inmunización de la población. 

Son incluso más optimistas los responsables de la OMS cuando apuntan “seguir con la misma velocidad de administración podría incluso adelantar la salida».


En cuanto a la idoneidad de inocular una tercera dosis de la vacuna, la OMS es partidaria de esperar, como mínimo, hasta el año que viene.  Considera la entidad sanitaria que en ese momento se dispondrá  de más información y evidencias y habrá un 40 por ciento de la población mundial con al menos la primera dosis. Se trataría de posponer  la tercera dosis hasta que sea más equitativa. Es una estrategia de protección colectiva.

Sobre la vacunación de los menores de 12 años, el inicio del curso escolar será un factor clave a la hora de evaluar el riesgo que presente este grupo de población menor. 

Las vacunas frenan de forma drástica la incidencia de la Covid-19 en las residencias de mayores

El colectivo más afectado por la Covid-19  y el que desgraciadamente, más fallecimientos ha sufrido por ser el más vulnerable, ha visto como la incidencia del virus se ha frenado de forma sobresaliente con la vacunación.

De hecho, desde el inicio de la pandemia hasta el 4 de abril de 2021 se notificaron 30.176 muertes relacionadas con COVID-19 entre los residentes de centros de mayores. Debido a la elevada morbimortalidad causada por la enfermedad, este grupo de población fue, junto con los profesionales sanitarios, el primero en el que se priorizó la administración de la vacunación frente a la COVID-19 en España, que comenzó el pasado 27 de diciembre.

Del éxito de la campaña de vacunación entre este colectivo da constancia un estudio realizado por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) y el Ministerio de Sanidad en el que se concluye que:

  • Los beneficios de la vacunación se observan ya desde la primera dosis, ya que con sólo la primera pauta se reduce a la mitad la probabilidad de contraer la enfermedad.
  •  Con la pauta completa de vacunación, la efectividad frente a la infección sintomática y asintomática por SARS-CoV-2  alcanza el 71%.
  • Además, la vacuna protege no sólo frente a la posibilidad de contraer la infección, sino también frente a la gravedad de la enfermedad, con una efectividad del 88% en la prevención de hospitalizaciones y del 97% frente a las defunciones.
  • De igual manera, la protección contra las infecciones asintomáticas por SARS-CoV-2 fue similar a la observada para las infecciones sintomáticas (70%). Al respecto, los investigadores destacan que este hecho aporta una evidencia indirecta de la contribución de las vacunas a la reducción de la transmisión viral en la comunidad.

El equipo señala que estos resultados están en consonancia con investigaciones similares realizadas en países como Reino Unido e Israel. En todo caso, se trata del primer estudio a nivel nacional que demuestra una alta efectividad de la vacunación con COVID-19 en España, con las vacunas de ARN mensajero, en la prevención de infecciones por SARS-CoV-2, y hospitalizaciones y muertes por COVID-19 en residentes de 65 o más años de centros de mayores.

Tenemos sin duda, motivos para el optismismo.

¿Cuánto durará la protección de las vacunas anti-COVID-19?

La pregunta del millón, la que nos hacemos prácticamente todos, y para la que todavía no hay demasiadas certezas. Seguimos en manos de la ciencia para tener respuestas fiables que los investigadores buscan sin descanso, por eso,  trabajan en encontrar marcadores biológicos que puedan revelar en qué momento la protección de una vacuna ya no es suficiente para contener el coronavirus.

Si hacemos el ejercicio de comparar las vacunas anti COVID-19 con otras, obtenemos algunas conclusiones:

Las vacunas contra el sarampión pueden producir inmunidad de por vida. Las vacunas contra el tétanos, en cambio, generan defensas que se desvanecen año tras año, lo que exige un refuerzo cada cierto tiempo, y si pensamos en el antídoto contra la gripe, la mutación del virus es tan rápida, que exige una vacuna anual.

Aunque muchos científicos estiman que las vacunas contra la Covid-19 durarán al menos un año, nadie puede en este momento, afirmarlo con rotundidad. Tampoco está claro si las variantes del Coronavirus que están surgiendo cambiarán nuestras necesidades de vacunación. Lo que sí es evidente es que cuantas más personas se protejan menos  posibilidades le ofrecemos al bicho de infectar y por tanto, de evolucionar hacia nuevas variantes.

Los primeros indicios son alentadores. Los investigadores han extraído muestras de sangre de los voluntarios que participan en los ensayos de la vacuna y miden sus niveles de anticuerpos y células inmunitarias que atacan al Coronavirus. Los niveles están disminuyendo, pero de manera gradual. Es posible que, con este ritmo lento de descenso, la protección de la vacuna siga siendo vigorosa durante mucho tiempo. Las personas que se contagiaron anteriormente y luego recibieron la vacuna podrían tener una protección aún más duradera. Se cree que  hay una posibilidad real de que la inmunidad contra la cepa original dure años. De confirmarse esta, que sin duda es la mejor de las opciones, las dosis de refuerzo de la vacuna contra la COVID-19 podrían no ser necesarias durante años.

Los investigadores ya han descubierto que la eficacia de las vacunas que utilizan diferentes tecnologías puede variar. Las vacunas más potentes son las basadas en moléculas de ARN. Es posible que la protección de las vacunas menos eficaces contra la COVID-19 se desvanezca con más rapidez. Se sabe además que el cambio de marca de vacunas puede robustecer los refuerzos.

Asimismo, es posible que otras vacunas que aún están en fase de ensayo clínico funcionen aún mejor como refuerzos contra la COVID-19.

Seguimos aprendiendo del comportamiento del virus cada día, y seguimos teniendo confianza plena en la ciencia y en sus profesionales.