Euskadi y Navarra han activado y actualizado sus respectivos planes de prevención para 2024, con el objetivo de mitigar los efectos adversos en la salud de sus ciudadanos durante los meses más calurosos del año.
El Departamento de Salud y el Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco han actualizado y activado el «Plan de Calor 2024». Este plan está diseñado específicamente para prevenir los efectos negativos en la salud provocados por las temperaturas elevadas en Euskadi.
El Plan de Calor 2024 incluye un sistema de alertas tempranas que permite informar a la población y a los profesionales de la salud sobre los riesgos inminentes asociados a las olas de calor. Además, se promueven acciones preventivas como la hidratación constante, el uso de ropa ligera y la búsqueda de espacios frescos. El plan también establece protocolos de actuación en residencias de ancianos, hospitales y centros de día para asegurar el bienestar de los más vulnerables.
En paralelo el Gobierno de Navarra ha lanzado el «Plan de Prevención de los efectos en salud del exceso de temperaturas y de la contaminación del aire en Navarra 2024». Este plan incluye una serie de medidas preventivas y de actuación rápida para proteger a la población vulnerable, como los ancianos, los niños y las personas con enfermedades crónicas, ante las olas de calor y los episodios de alta contaminación atmosférica.
Entre las principales acciones del plan se encuentran la vigilancia continua de las condiciones meteorológicas y de la calidad del aire, la difusión de avisos y recomendaciones a la población a través de diversos canales de comunicación, y la coordinación con los servicios de salud para garantizar una respuesta eficaz y oportuna en caso de emergencias.
Medidas comunes y cooperación interdepartamental
Ambos planes subrayan la importancia de la cooperación interdepartamental y la coordinación con los ayuntamientos y otras entidades locales. La implementación efectiva de estas medidas preventivas no solo depende de las autoridades sanitarias, sino también de la colaboración de toda la comunidad.
La activación de estos planes refleja el compromiso de Navarra y Euskadi en la lucha contra los efectos adversos del cambio climático y la contaminación, priorizando la salud y el bienestar de sus ciudadanos. Con estas iniciativas, ambas comunidades se preparan para afrontar de manera proactiva los desafíos que plantean las condiciones climáticas extremas y la calidad del aire en los próximos meses.